En el amor, como en todas las relaciones humanas suceden conflictos de pareja de manera habitual, dándose cuando hay dos puntos de vista distintos. Un conflicto no es nada más que esto, un punto en el que de base, no hay acuerdo y una vez superado, encontramos una mejora a nivel personal y de pareja.

Delante de una situación así, a grandes rasgos, podemos encontrar distintos estilos en el afrontamiento de conflictos en función de la pareja. Cada estilo de afrontamiento obedece a una serie de habilidades aprendidas, pudiendo cambiarse siempre que haya la intención de mejorar, aprendiendo nuevas habilidades como las que vamos a comentar.

 

Estilos de afrontamiento erróneos

Evitación del conflicto:

Ambas personas tienden a no querer afrontar los temas, normalmente dejándose llevar por miedos (a la soledad, al abandono, a que pase algo grave si se discute…) y esa pareja que aparentemente está bien avenida (porque no discute) tiene a dos miembros que o bien se sienten profundamente desgraciados porque no avanzan a nivel personal ni de pareja, o viven a nivel superficial cómo llevados por un piloto automático, porque en realidad no se comunican ni resuelven.

Lucha de poder

Hay parejas que discuten constantemente, siempre con los mismos temas encima de la mesa, intentando imponer al otro su propio punto de vista, desgastando mucho la relación. Se ve al otro miembro de la pareja como un adversario, la prioridad es ganar. Cualquier situación es susceptible de conllevar una gran discusión.

desequilibrio o sumisión

Esta situación se da en muchas parejas en las que no aparentemente no hay conflicto. Una de las dos personas suele ser la que decide y propone solciones, (puede ser de manera muy positiva), y la otra sigue y se conforma en su papel sumiso, aceptando como propias las soluciones aportadas. Esto conlleva muchas veces a una sensación de desesperanza para las dos personas, por exceso de actuación y responsabilidad en un caso, y por falta de motivación, autoestima y rumbo en el otro (Quién soy yo? Qué quiero?). Ambas personas sentiran mal en esta relación y esto se va a reflejar paulatinamente en forma de discusiones, poca comunicación, desaparición de la sexualidad…

 

la solución

negociación y asertividad: ¿Cómo conseguirlo?

En la pareja hay conflictos, y puntos de vista discordantes. Incluso, puede suceder que haya veces que estén de acuerdo desde el principio, pero no es lo habitual. Se tienen en cuenta los principios y valores de cada persona, y se toma una decisión conjunta.

Una vez tomada, ambos van a defender esta posición como si fuera propia y sin recriminaciones.

A veces, la solución se da juntando dos puntos de vista.

En otras ocasiones, la solución será excluyente, o una cosa o la otra (¡esto es muy habitual!) y se tendrá que hacer un ejercicio de análisis individualdemente:

  • ¿Es posible ceder?
  • ¿Cuándo cedió la otra persona por última vez?
  • ¿La importancia de esta situación, se puede parecer a alguna otra en la que la otra persona haya cedido previamente?
  • ¿Decido ceder?
  • En caso afirmativo, ¿qué pido yo, qué condición pongo?

En este caso, las dos personas tienen claro quién son, tienen objetivos propios y comunes, se relacionan des del respeto y construyen su futuro teniendo en cuenta los valores de las dos personas, creando una zona común de la que se responsabilizan por igual. Plantean el problema, pero también soluciones, resuleven, y no reprochan al otro si se han equivocado

¿Y tú, en qué grupo te identificas?

 

Maria Rosa Mirada

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